Durante la tarde del pasado lunes, se llevó a cabo la conmemoración del aniversario de 30 años de la Escuela de Diseño de la Universidad de La Serena, una instancia que reunió a académicos, estudiantes, autoridades universitarias entre otros invitados, en torno a un emotivo encuentro que celebró las tres décadas de formación, creatividad e innovación.
En el marco de esta conmemoración, se inauguró la exposición “Huellas de cinco maestros del diseño chileno”, instalada en la Sala de Exposiciones Userena en el Campus Ignacio Domeyko, la cual permanecerá abierta al público hasta el próximo 17 de octubre. La muestra cuenta con las obras de cinco referentes del diseño nacional, Waldo González Hervé, Domingo Baño Ahumada, Mario Quiroz Salinas, Julio Martinez Valdés, y Guillermo Wegener Klenner, cuyas obras reflejan la diversidad, profundidad y humanidad del oficio del diseño.
Al respecto, el Dr. Ricardo Baeza, académico de la Escuela de Diseño, resaltó la trascendencia social y cultural de esta exposición, resaltando que “son obras que tocan a la gente común, no se diseña para la revista Domingo, se diseña para las personas, eso es lo significativo que tiene esta muestra. Además del vínculo y el reconocimiento que se hace desde el diseño al arte, porque sin el arte nos quedamos simplemente sin inspiración”.
Por otro lado, Francisca Valle, estudiante de diseño, participó en la organización de este evento y agradeció la experiencia, “nos tomamos el tiempo de estudiar sobre todos estos creadores, en mi caso investigué sobre Julio Martinez. Estoy muy contenta con el resultado, con toda la gente que vino a ver la exposición, es muy positivo, que de verdad se siga haciendo diseño”.
La exposición reúne una amplia variedad de trabajos que dan cuenta de las múltiples expresiones del diseño y el arte: pinturas, esculturas, dibujos a mano alzada, piezas de diseño editorial y obras experimentales, entre otras. Cada una de ellas invita a reflexionar sobre la huella que estos maestros han dejado en la historia del diseño chileno y en la formación de nuevas generaciones de diseñadores.
En conjunto, las obras dialogan entre sí, revelando los distintos caminos que el diseño chileno ha tomado a lo largo del tiempo y su permanente conexión con la expresión artística. Más allá de su valor estético, esta muestra busca generar una experiencia contemplativa que reconecte al espectador con la mirada sensible que hay detrás de cada pieza. De esta manera, la exposición se presenta como un espacio para reconocer la memoria del arte nacional, poniendo en relieve el legado de quienes transformaron el diseño en una disciplina viva, cercana y profundamente vinculada al entorno cultural. Muestra cómo cada obra reconoce la permanencia de una búsqueda: la de comunicar, emocionar y dejar huella. Es un homenaje a la creatividad y la sensibilidad que habitan en el acto de diseñar, recordándonos que el arte, más que un objeto de contemplación, es una forma de encuentro con los otros y con nosotros mismos.
Por Loreto Álvarez Toledo (Estudiante de Periodismo USerena)